Cuando estar vivo duele mas que de costumbre

Día de perros: despierto a mis amorosos padres que me saludan diciendo -acaso no dormiste nada?!- una vez que logran despertar a medias (solo lo suficiente) les pido que vean si el boiler funciona, heme aqui en pos de mi primera derrota; el gas se hagoto mientras ellos dormian (yo no lo hize) asi que me tendre que duchar a la vieja usansa, lo que me lleva al sutil suplicio de "bañarme" con agua fria, todo bien . . . o al menos eso pretendo, mi papa me hace el favor de remolcarme hacia la parada del segundo camion que tomo cotidianamente en periodo escolar, se lo agradesco, ni siquiera la extrama modorres en la que esta envuelto le impide a este hombre ser afable; tomo el camion, todo bien los asientos estan lo bastante despejados como para brindarme el priviligio de encontrar un lugar seco, el chofer acelera al ser incitado por su amigo al otro lado del telefono, esto no es del todo malo . . . o al menos eso pretendo, con la poca lucidez que tengo a estas horas identifico un supermercado, imagino que esa es mi parada, gran error no lo es, como los demas choferes parecen tener la misma prisa que el anterior, prefiero no tomar otro camion (eso y el pequeño detalle de que me puse el pantalon que solo tenia cambio en los bolsillos) es toda una travesia en la que tengo que mirar cada cinco pasos hacia atras para cerciorarme de que no sere imprudentemente arrollado, pero por fin llego; al llegar me entrego al unico mal que ya estaba previsto, el viejo protocolo de oficina conocido como "pasate la bolita" . . . luego me quejo aun no termino de "disfrutar" de este exelente juego