el Cuento de la Cigarra

A veces el don consiste en
darsé cuenta de que se participa
en una carrera de atletas lisiados

Aquel que con un muñón en la cadera y una pierna
hasta la rodilla proclamo ser superior al resto por
poseer el machete, inmediatamente se percato
de que eso lo hacía infinitamente inferior

Y al final no gana el que arrojo uno de sus ojos
para que cruzara la meta, sino quien acepto de mejor
gana la carcajada postrera de la multitud

Un torbellino de moscas
forman un tornillo sinfín
para sacar de su entierro
la mano izquierda de Dios